De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo, el teletrabajo es una forma flexible y abierta de organización productiva, que consiste en el desempeño de actividades profesionales sin requerir la presencia física del trabajador en el centro de trabajo, durante un tiempo parcial o en la totalidad de su horario laboral. La actividad profesional en el teletrabajo, implica el uso frecuente de innovaciones digitales, métodos de procesamiento, integración y análisis electrónico de información, así como el uso permanente de algún medio de comunicación para el contacto entre el teletrabajador y la empresa u organización. Entre los beneficios del teletrabajo se encuentran:

• Reducción de los desplazamientos al y desde el trabajo, lo que supone un ahorro de tiempo, de dinero y de esfuerzo.
• Mayor flexibilidad del horario laboral, que permite al teletrabajador o teletrabajadora organizar sus horas de trabajo y adaptarlas a sus necesidades personales.
• Una mayor flexibilidad en temas personales como el vestuario y las relaciones con compañeros y compañeras de trabajo.

La Ley Federal del Trabajo contempla que este esquema forme parte del contrato colectivo y deberá observar una perspectiva de género que permita conciliar la vida personal y la disponibilidad de las personas trabajadoras, mismas que se regulan según las reformas al Artículo 311 de esta Ley, en materia de Teletrabajo o home office, en donde se estipulan las obligaciones que tanto empleadores como las y los trabajadores deben cumplir.